martes, septiembre 24, 2013

El barbero perezoso


 
De verdad, da rabia retomar el blog y la temporada de ópera en septiembre y tener que escribir comentarios nada positivos respecto al Barbero de Sevilla que se está representando en el Real.

Rabia porque después de un verano con actividad operística nula para mí vuelvo al teatro con ganas, porque Il Barbiere es una ópera de las de toda la vida, porque llevaba a mi chico a verla y porque recordaba esta producción de 2005 como muy entretenida.

Pero ay, los dioses se habrán confabulado, porque de entretenida poco, muy poco.


¿Y por qué?
A ver, el reparto no era de campanillas, pero mira, estuvo más que correcto. E interpretativamente los cantantes hicieron todo lo que se les pedía. Entonces, ¿qué falló?

Pues, sinceramente, chispa, química, conjunción entre todos los elementos. Nadie parecía divertirse.

Una penita, porque el DVD de la misma producción que he comentado del año 2005 con un reparto en el que sólo Flórez estaba en pleno apogeo (los demás estaban o en declive o eran francamente inapropiados para el papel) funcionaba perfectamente. Porque todos los intérprestes se lo estaban pasando en grande y se notaba. Algo que falta en esta revisión de la producción.

Vayamos por las cosas positivas: el reparto.


Me ha gustado mucho mucho Serena Malfi como Rosina. Tiene un timbre que recuerda mucho al de Bartoli pero a) con volumen y b) sin la ametralladora de semifusas. Canta con muy buen gusto y francamente solventó el papel estupendamente. Muy bien.

Dmitry Korchak es de esos tenores que cuando empiezan dices "aaaaay", porque tiene una voz pequeña y, además, comenzó desafinando el Ecco ridente. Poco a poco se entonó y bueno, parece que se estuvo reservando para el segundo acto, donde se marcó un Cessa estupendo, coronando el número con un agudo sostenido bastante espectacular que hizo las delicias del público. Bien.


Bruno de Simone cumplió como el Doctor Bartolo. Expresivo y correcto de voz, sin alardes.

Mario Cassi fue un correctito Figaro. Cuando empezó la función avisaron de que sufría una afección gripal. La voz es bonita pero parece que sólo existe del registro medio al agudo, puede que por culpa de esa mediogripe que nos dijeron. Y en el terreno interpretativo estuvo contenido, que los Figaro tienen tendencia a la exageración.

Otro Dmitri, Ulyanov, fue una rotunda voz de bajo para Don Basilio, y se marcó una muy buena Calunnia.

Y la que se llevó el gato al agua pese a lo exagerado de su papel fue la Berta de Susana Cordón, que solventó el aria más que decentemente y estuvo haciendo el payaso durante toda la función. Desmadradísima. Como esta ópera requiere.


La orquesta, a cargo de Tomas Hanus, a su bola, como si la cosa no fuera con ellos. Con unos desajustes en los concertantes o en las entradas del coro que asustaban.
Y la dirección escénica parecía más ocupada en cuidar de los detalles que del conjunto en general. Si tomamos cada número de manera aislada pues sí, daba el pego. Pero la totalidad se quedaba deslavazada, aparte de tener los detallitos especiales "made in Sagi" de meter a unos cuantos figurantes y/o bailarines haciendo monerías al fondo del escenario distrayendo de los cantantes que están en primer plano.

En fin, que el caso es que el primer acto se hizo lento, lentísimo... desesperante. Sin gracia alguna. Para el segundo la cosa mejoró porque es más corto y Korchak levantó el tono monocorde. Al final la sensación que tuve es que "Viva Rossini, pero así no".


Mi chico lo que más me recriminó fue haberse perdido los seis goles que el Madrid le metió al Galatasaray por acompañarme a semejante muermo. En fin.

Veremos qué tal La Conquista de México, que cae en tres semanas.


Gioacchino Rossini
Il Barbiere Di Siviglia (El barbero de Sevilla)
Teatro Real de Madrid. Martes, 17 de septiembre de 2013
Serena Malfi, Dmitry Korchak, Bruno De Simone, Mario Cassi, Dmitry Ulyanov, Isaac Galán, Susana Cordón,  José Carlo Marino, Eduardo Carranza.
Tomas Hanus, Emilio Sagi


Mira

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