Qué barbaridad, que no me da ni tiempo a comentar la Tosca del otro día con la que el Real cierra la temporada (fuera de abono).
Me llevé a mi sobri, que preguntaba si le iba a gustar más que Las Bodas de Fígaro, y yo le dije que creía que sí, más que nada porque esas bodas fueron de auténtico sopor.
Le estuve explicando un poco por encima el argumento, el contexto histórico y el musical, por centrarla un poco, y sobre todo para involucrarla un poco más en la ópera.
Y mira, salió una Tosca de lo más clásica en cuanto a resultados porque... ¿qué es lo que se espera de una Tosca? Pues que los protagonistas canten a base de bien y el Scarpia sea malo malísimo.
Fui a primer reparto, me hubiera gustado ir al segundo por la Radvanovsky, pero no soy tan freak como para comprar para los dos. Me sorprendió para bien la Urmana, y es que yo me esperaba su clásica interpretación de "aquí pego el grito pero como actriz soy igual que una columna de piedra". Avisaron de que sufría un proceso gripal. Pues mira, yo creo que precisamente por eso estuvo más delicada y expresiva que lo que es habitual en ella.
El timbre sigue siendo muy interesante, el volumen torrencial y sí, se le abren los agudos, pero ahora cuéntame tú a qué Tosca actual no se le acusa de que grita los agudos. Pero lo más importante es que es UNA TOSCA CON GRAVES. De las poquísimas a la que se les oye el momento de las lágrimas. Y en lo escénico estuvo más que correcta. Muy bien.
Marco Berti no es que sea una columna de piedra, es que es un canto rodao. Llega, pega el bocinazo que se oye a 10 km de distancia y se queda tan pancho. No le pidas más, y mejor que no lo haga, porque las dos veces que intento matizar y apianar se le estranguló la emisión y quedó rarísimo. Su Mario es turrón del duro: dulce pero te dejas los dientes si le intentas dar un bocado. Su interpretación... esto... ¿interpretar? ¿qué?
Al lado de estos dos auténticos chorros de voz, Lado Ataneli se queda corto, cortísimo. ¿Lo bueno? Que por fin es un Scarpia cantado y no "parlado". Cantado con intención y muy bien interpretado. Que uno ya está harto de que le pongan de Scarpias a barítonos famosos en el final de sus carreras. ¿Lo malo? Que quedaba totalmente tapado por sus compañeros y que los momentos "feroces" no le salieron.
Y también quedó totalmente tapado por la orquesta, cuyo director debió pensar que cuanto más pumba pumba más aplaude el público, y halaaaaa, dale que te pego al volumen. Suerte que la Tosca y el Mario podían con todo.
Bien los secundarios y correctito el coro, que no acabó de hacerse con el tiempo lento que la orquesta le dio al previo al Te Deum.
No me acordaba yo de esos decorados tan negros y horrendos made in Frigerio para la Tosca de Nuria Espert en el Real, y eso que es la tercera vez que veo la producción desde 2004. Vale, funcionan (y muy bien) en el primer acto, dan el pego en el segundo pero en el tercero, el de la trampilla, es de un feísmo que asusta. Sobre la tan "escandalosa" idea de hacer que Tosca le tire una copa de vino al Cristo después de matar a Scarpia (oh, cielos, he revelado la trama) pues vale, es una ocurrencia de la Espert que NO ESTÁ EN EL LIBRETTO, ¿pero a estas alturas nos vamos a quejar por eso y vamos a exigir que haga lo del crucifijo y las dos velitas? Que no es para tanto, joder.
El público. Si me quejo yo habitualmente de que me salgan los Gremlins en la zarzuela, al lado tenía a uno auténtico que se dedicó a tararear casi todos los temas conocidos así como murmurando. Tela.
Y detalle curioso: señor que se enfada mucho porque a otro le suena el teléfono móvil... EN EL CUARTO DE BAÑO DURANTE UN ENTREACTO. Y sí, se enfadaron mucho ambos y continuaron la discusión por los pasillos. Serían indignados de esos.
En definitiva, una Tosca más que disfrutable y dentro de los cánones. ¿Que se le pueden buscar fallos? Pues sí, todos los que quieras, pero yo procuro ir a la ópera a disfrutar y no a pasarlo mal ni a comparar con la versión pirata en vivo del año 52 que suena a huevos fritos con una cantante que no grabó nada comercialmente pero que es la mejor del mundo y blablabla, porque entonces son ganas de ir a encabronarse a la ópera, digo yo.
Ah, mi sobri encantada, y esta vez además no me obligó a hacerle la sesión fotográfica en los salones de la segunda planta para colgarla después en el tuenti.
Giacomo Puccini
Tosca
Teatro Real de Madrid, miércoles 27 de julio de 2011.
Violeta Urmana, Marco Berti, Lado Ataneli, Felipe Bou, Valeriano Lanchas, Carlo Bosi, Károly Szemerédy, Francisco Santiago, Ruth González.
Renato Palumbo, Nuria Espert
Me llevé a mi sobri, que preguntaba si le iba a gustar más que Las Bodas de Fígaro, y yo le dije que creía que sí, más que nada porque esas bodas fueron de auténtico sopor.
Le estuve explicando un poco por encima el argumento, el contexto histórico y el musical, por centrarla un poco, y sobre todo para involucrarla un poco más en la ópera.
Y mira, salió una Tosca de lo más clásica en cuanto a resultados porque... ¿qué es lo que se espera de una Tosca? Pues que los protagonistas canten a base de bien y el Scarpia sea malo malísimo.
Fui a primer reparto, me hubiera gustado ir al segundo por la Radvanovsky, pero no soy tan freak como para comprar para los dos. Me sorprendió para bien la Urmana, y es que yo me esperaba su clásica interpretación de "aquí pego el grito pero como actriz soy igual que una columna de piedra". Avisaron de que sufría un proceso gripal. Pues mira, yo creo que precisamente por eso estuvo más delicada y expresiva que lo que es habitual en ella.
El timbre sigue siendo muy interesante, el volumen torrencial y sí, se le abren los agudos, pero ahora cuéntame tú a qué Tosca actual no se le acusa de que grita los agudos. Pero lo más importante es que es UNA TOSCA CON GRAVES. De las poquísimas a la que se les oye el momento de las lágrimas. Y en lo escénico estuvo más que correcta. Muy bien.
Marco Berti no es que sea una columna de piedra, es que es un canto rodao. Llega, pega el bocinazo que se oye a 10 km de distancia y se queda tan pancho. No le pidas más, y mejor que no lo haga, porque las dos veces que intento matizar y apianar se le estranguló la emisión y quedó rarísimo. Su Mario es turrón del duro: dulce pero te dejas los dientes si le intentas dar un bocado. Su interpretación... esto... ¿interpretar? ¿qué?
Al lado de estos dos auténticos chorros de voz, Lado Ataneli se queda corto, cortísimo. ¿Lo bueno? Que por fin es un Scarpia cantado y no "parlado". Cantado con intención y muy bien interpretado. Que uno ya está harto de que le pongan de Scarpias a barítonos famosos en el final de sus carreras. ¿Lo malo? Que quedaba totalmente tapado por sus compañeros y que los momentos "feroces" no le salieron.
Y también quedó totalmente tapado por la orquesta, cuyo director debió pensar que cuanto más pumba pumba más aplaude el público, y halaaaaa, dale que te pego al volumen. Suerte que la Tosca y el Mario podían con todo.
Bien los secundarios y correctito el coro, que no acabó de hacerse con el tiempo lento que la orquesta le dio al previo al Te Deum.
No me acordaba yo de esos decorados tan negros y horrendos made in Frigerio para la Tosca de Nuria Espert en el Real, y eso que es la tercera vez que veo la producción desde 2004. Vale, funcionan (y muy bien) en el primer acto, dan el pego en el segundo pero en el tercero, el de la trampilla, es de un feísmo que asusta. Sobre la tan "escandalosa" idea de hacer que Tosca le tire una copa de vino al Cristo después de matar a Scarpia (oh, cielos, he revelado la trama) pues vale, es una ocurrencia de la Espert que NO ESTÁ EN EL LIBRETTO, ¿pero a estas alturas nos vamos a quejar por eso y vamos a exigir que haga lo del crucifijo y las dos velitas? Que no es para tanto, joder.
El público. Si me quejo yo habitualmente de que me salgan los Gremlins en la zarzuela, al lado tenía a uno auténtico que se dedicó a tararear casi todos los temas conocidos así como murmurando. Tela.
Y detalle curioso: señor que se enfada mucho porque a otro le suena el teléfono móvil... EN EL CUARTO DE BAÑO DURANTE UN ENTREACTO. Y sí, se enfadaron mucho ambos y continuaron la discusión por los pasillos. Serían indignados de esos.
En definitiva, una Tosca más que disfrutable y dentro de los cánones. ¿Que se le pueden buscar fallos? Pues sí, todos los que quieras, pero yo procuro ir a la ópera a disfrutar y no a pasarlo mal ni a comparar con la versión pirata en vivo del año 52 que suena a huevos fritos con una cantante que no grabó nada comercialmente pero que es la mejor del mundo y blablabla, porque entonces son ganas de ir a encabronarse a la ópera, digo yo.
Ah, mi sobri encantada, y esta vez además no me obligó a hacerle la sesión fotográfica en los salones de la segunda planta para colgarla después en el tuenti.
Giacomo Puccini
Tosca
Teatro Real de Madrid, miércoles 27 de julio de 2011.
Violeta Urmana, Marco Berti, Lado Ataneli, Felipe Bou, Valeriano Lanchas, Carlo Bosi, Károly Szemerédy, Francisco Santiago, Ruth González.
Renato Palumbo, Nuria Espert