Tannhäuser, de Wagner
Teatro Real de Madrid,
miércoles 25 de 2009
Así no se puede.
Mira que iba yo predispuesto y descansadito a ver una de mis óperas favoritas de Wagner. Duermo bien y a las dos de la tarde me dispongo a irme a comer y a echarme mi siestecilla reparadora.
Pues no.
A las dos menos cinco surge una urgencia urgentísimamente urgente y tengo que ir a recoger unos productos y luego salir pitando con el coche a un pueblo a unos 140 km de Madrid, donde me están esperando. Llego a las 4, me pongo a comer a esa hora, y a las cuatro y media de vuelta a Madrid (adiós siesta).
Llamo a mi señor novio: Oye, ¿que opinas? ¿Me voy directo al centro, aparco por allí y me voy a la ópera o voy a casa y me llevas tú? Se consensúa la segunda opción porque un día 25 Madrid está vacío y se puede atravesar con facilidad.
Y un huevo. Sólo a mí se me ocurre tener que atravesar dos veces Madrid, una para llegar a casa y otra para ir al centro. Obras, atascos, ataque... Y con un Wagner que, para variar, empieza una hora antes que habitualmente.
Llego al teatro exactamente a las 18:57 minutos, subo corriendo y entro en la sala justo antes de que se apaguen las luces. De ataque.
Así me pasó. Que después de la obertura (con escandalosa bacanal -ya ves tú-) y con eso de que la Venus tenía sus más y sus menos, me costó mucho la escena del Venusberg. Aparte, yo con las versiones de Tannhäuser me lío. ¿Era la de París? ¿la de Dresde? ¿Una mezcla de las dos, que ahora está muy de moda? El caso es que la Venus cantó mucho para lo que yo recuerdo.
Seiffert, excelente. Peazo tenor. Fue a más en cada uno de los tres actos, e incluso cuando hay veces que parece que está justito y tenso... al instante saca de nuevo el vozarrón. Tremendo.
La Petra, mucho mejor que en la gritona Marta de la Tiefland que inauguró la temporada de Barcelona. El papel le va a la perfección. Timbre metálico, penetrante, potente.
Gerhaher, sorprendente (no lo conocía). Y tiene ese vibrato que suena a disco antiguo (lo digo para bien). Muy bien.
Lioba Braun es muy expresiva y canta bien, pero tiene el tipo de voz de esas que salen de atrás, como del cogote, lo que unido al timbre no demasiado bello hizo que desmereciera frente a los compañeros.
La orquesta muy bien aunque yo eché a faltar que cargara más las tintas en los finales de acto.
Al coro masculino le faltó intensidad. Lo mismo era porque les hicieron aparecer desde distintos puntos, el caso es que lo noté falto de unidad en el coro de peregrinos y falto de rotundidad en el final (¿achacable a la direcciópn musical?). No sé, para mí Tannhäuser tiene que acabar con un subidón subidón, y ayer no pasó.
El coro del festival de canto, sin embargo, me pareció que estuvo muy bien. Se oyó un grito de FUERA cuando terminó, pero me da que estaba originado por motivos extramusicales.
La escenografía es de esas que lo mismo te vale para un Tannhäuser que para una Dama de Picas o un Ballo in Maschera. Dos elementos circulares móviles que compartimentaban la escena y permitían los cambios, con una muy lograda perspectiva. La luz, totalmente elemental: rojo para Venus, blanco para los cantores, y verde para la pradera de los peregrinos. A propósito, que ya vale, YO QUIERO UN TANNHÄUSER CON CASTILLITO Y PRADERITAS.
El movimiento escénico me pareció muy hortera. Mucho. Especialmente la entrada del coro al festival de canto y los movimientos de Elisabeth, totalmente arcaicos y de una cursilería pasmosa (ese conato de desmayo, ese ir entre los cantores a ver si le hacen caso, por favorrrr, sólo faltaba la dama de compañía para que se cogieran de las manos en los momentos en los que no canta). Lo único que me gustó fue la llamada de Venus a Wolfram al final de la ópera.
La bacanal, que es lo único que ha trascendido a la prensa, no enseña más que lo que cualquier revista de Lina Morgan, pero con luz roja de puticlub y movimiento sensual de late night show de Tele5. Eso sí, había tres chulazos de escándalo. Hortera.
He de conocer que iba lastrado por el Tannhäuser de la temporada pasada en el Liceo, con la misma pareja principal y con una propuesta escénica muy buena.
Así pues, básicamente, muy buen Tannhäuser en lo vocal y musical, pero horterilla en lo escénico.
Unos vídeos:
Niño, qué mala suerte ver un Wagner tan cansado físicamente...es que , aunque conozcas la ópera al dedillo, Wagner EXIGE que estés descansado.
ResponderEliminarA veces se hace en Alemania que la Venus y La Elizabeth la canten la misma soprano. Escénicamente es posible.
Me gustó la "Hallenarie" de Petra.
El coro no está mal.
Coincido en que el montaje y la dirección de actores son algo rancios y anticuados. Salvo por la bacanal (tuvimos la suerte de estar a menos de 10 metros del culo de uno de los chulazos que se quedó tumbadito boca abajo, a nuestra disposición, casi todo el primer acto), parecía una de esas producciones de cartón piedra del Met. A mí me tocó Robert Gambill, a quien había visto de Tristan en Glyndebourne, bien pero poco fresco. El coro muy bien, las chicas también. Wolfram fabuloso.
ResponderEliminarBien la orquesta y López-Cobos. Muy bien en general pero tampoco para retenerlo en la memoria para siempre.
El que gritó fuera estaba sentado justo delante de mi, me dieron ganas de darle una colleja. El coro estuvo mejor, desde mi punto de vista, en el tercer acto, pero no para ser tan faltón.
ResponderEliminarWolfram me gustó muchísimo.
Saludos
En el anterior Tannhäuser en Madrid me parece recordar que Angela Denoke cantó Venus y Elisabeth.
ResponderEliminarBreckin, ÉSE, EL QUE ESTUVO TUMBADO, ¡¡¡ÉSE!!! Me da algo.
Pan, ¿se sabe por qué gritó ese FUERA?
Pues, la verdad es que el coro está en una situación dificil. No les renuevan y el asunto está teniendo polémica.
ResponderEliminarDespués hablando con amigos mios del coro, no le dieron importancia a ese acto, me dijeron que más bien responden a cuestiones políticas que musicales.
En cualquier caso, el tipo que gritó no debió quedar contento de nada en absoluto, fue terminar y salir pitando, no te "habrá gustado" el coro, pero lo demás ¿?¿?
Saludos