domingo, marzo 30, 2008

Natalie Dessay en Madrid

Recital de Natalie Dessay.
Teatro Real de Madrid
30 de marzo de 2008

Orquesta Sinfónica de Madrid
Jesús López Cobos
Ángel Rodríguez, tenor
Alexander Marguerre, glassharmonica, verraphon, armónica de cristal o copitas de cirstal llenas de agua.


¿Pero no nos habían dicho que era un recital a pachas entre la Dessay y el marido, Laurent Nouri? Pues no, al final, sólo ella. Bien, la verdad.

Amos a ver, maja: ¿Pero tú no has visto a tus coleguitas Angelita y Cecilia cómo se presentan a los recitales? Venga colorines, brillos, destellos, estilismos... ¿Qué haces con el pelo en un recogido ideado por tu peor enemiga y un vestido MARRÓN? Si mira que te lo dije, que hasta los zapatos te hacían callo y tuviste que quitártelos y salir a saludar descalza porque no aguantabas más. Y la segunda parte, de negro. Anda que lo tuyoooo...

Pues lo tuyo es dar prioridad a la voz y la expresión frente a la imagen, y darnos un recital de esos memorables donde los haya, porque salvo un par de mínimos (minimísimos) fallos de emisión, la señora Dessay se ha lucido de lo lindo.


Cuatro grandes escenas largas y exigentes: Manon, Ofelia, Lucia y Violetta. En todas ha estado estupenda, interpretando además de cantando, pero en la que ha destacado y nos ha dejado patitiesos ha sido con la escena de la locura de Lucia. Qué bárbara. Al principio el protagonismo se lo robó un poco la armónica de cristal, instrumento que yo sólo había oído en la grabación de Sills/Bergonzi pero no había visto nunca. Muy curioso, es como lo de hacer ruido con las copas en las bodas, y sí que crea una atmósfera especial para la locura de Lucia. Pero al principio sólo, porque en cuanto me dejé de desconcentrar con el artilugio, volví a una de las Lucias más espectaculares que he escuchado nunca. Qué bárbara, repito.



la Lucia tendría que haber sido el final del recital y no el Sempre libera de La Traviata, que la hace muy bien pero deja pensando en cómo llevaría a cabo la ópera entera.



Ha terminado agotada (no me extraña), con un par de bises breves y rapiditos (el vals de Musetta y una canción francesa que yo desconocía). No hicieron falta aplausos de fanático cuando se encendieron las luces para que saliera otra vez, como en el caso de doña Chichi: aquí nos hemos quedado plenamente satisfechos.

Fantástica, una gozada.


Editando: ¿adivinan Vdes. en qué selecto foro la han puesto a parir, para variar? Bravo.

jueves, marzo 27, 2008

Y temporada del Liceo 2008 / 2009


Pues me parece a mí que muy poco voy a ir a Barcelona el año que viene.

No es que la temporada no sea interesante (que tampoco es como para tirar cohetes), sino que si me planteo cuáles de las óperas me merecen un viaje me quedo con un triste recuento: UNA.

¿Y eso?
Veamos lo que entra en mi turno de abono:


1. Ballet de Sao Paulo: Ni de coña.


2. Tiefland. Voy. Me gusta la ópera, es bastante infrecuente y tanto reparto como producción prometen.


3. Le nozze di Figaro. No. Qué pesadez. ¿Otra vez? Además, ya la ponen en el Real.



4. Simon Boccanegra. Me aburre. Paso.


5. L'incoronazione di Poppea. Aquí podría darme el punto e ir, pero lo veo difícil, es mucho gasto y ya la voy a ver al año siguiente en Madrid. Sin Kasarova, ya sé.


6. Nederlans Dans Theatre I. Qué manía de meternos ballet en los abonos, joder.


7. La cabeza del Bautista. Huy, un experiment.


8. Fidelio. Tiene el aliciente de la Mattila (qué curioso, hace unos años cuando se hablaba de esta mujer era para ponerla a caer de un burro y ahora es diva entre las divas). No sé.


9. Salomé. A ésta quizás vaya.


No me entran Los Maestros Cantores.

En fin, que estoy muy desanimado con la temporada barcelonina. Que sólo haya una ópera a la que tenga muchas ganas de ir me decepciona un poco.

Hala, a empezar a colocar entradas. Qué vida más dura.

martes, marzo 25, 2008

Viene Tamerlano

Anoche estuve escuchando Tamerlano de Händel en CD (Erato, dirigida por Gardiner, con Derek Lee Ragin, Michael Chance, Nancy Argenta y Nigel Robson, con esta misma portada). Lo reconozco, es uno de esos cedés que tengo en su estantería criando polvo que he escuchado sólo de pasada.
Tampoco es que me emocione mucho esta ópera. Pero es que teniendo Alcina, Ariodante o Giulio Cesare a mano, difícil es que tire del disco de Tamerlano.

Sin haberla escuchado en profundidad sigo con mis reservas. Me pareció un händel bastante más oscuro que al que tengo habituado el oído. Pero bueno, imagino que disfrutaré, porque anda que no me pone a mí un aria da capo.

La semana que viene la tengo en el Real (clic) con el morbo de Plácido Domingo cantando barroco. Yo no sé qué harán con las arias de bravura. Me imagino que hará lo que hacen siempre los cantantes consagrados: "hacer suyo" el papel. Es decir, adecuarlo a su voz y a su estado vocal. Y no protestemos, eso lo hacen todos, no sólo Domingo.

El tenor del reparto alternativo es Bruce Ford. Lo recuerdo de un Barbero en Barcelona a mediados de los 90, cuando no dejaba de cosechar críticas excelentes y era el tenor belcantista más mimado. A mí me aburrió sobremanera, no me gustó nada nada nada y no entendí los aplausos y los maravillosos comentarios. También pudo tener un mal día y haber estado estupendo en el estreno, que es cuando va la prensa.

Del resto del reparto me repatea sobremanera que haya cantantes femeninas en vez de contratenores. Y al director, francamente, no lo conozco.

Intentaré ir sin ideas preconcebidas (difícil) y sin leer los exabruptos que se soltarán en los foros ni las crónicas del estreno en la prensa. Eso sí, lo mismo me la vuelvo a escuchar estos días.


viernes, marzo 14, 2008

Temporada Teatro Real de Madrid 2008 / 2009


Ya está aquí la temporada para el año que viene.

Está bien, es variada. Ahora, demasiadas óperas ya programadas en un teatro con una década escasa de existencia. Repeti, repeti, repetición.


1. Un ballo in maschera. Muy interesante. Marcelo Álvarez, Violeta Urmana, Elena Zaremba y Carlos Álvarez. Promete. Esperemos que la producción no sea tan mierdosa como aquella que nos tocó hace una década. Avisan de que cuenta con un final de gran impacto visual. A saber.


2. Il trionfo del tempo e del disinganno. Un oratorio “operizado”. Veremos. También la hemos visto hace pocos años con Minkowski.


3. Kat’a Kabanová. Ya empezamos. Parece que no hay temporada sin el Janacek de turno para parecer modernos. En fin, menos mal que la ópera es una maravilla y que estarán Karita Mattila y Julia Juon.


4. The rake’s progress. Biennnnnnn, le tengo muuuchas ganas. Las marirrabiosas se estarán frotando las manos: María Bayo de Anne Truelove. Seguro que ya estarán ensayando la pitada para cuando cale el agudo de la cabaletta del primer acto. Ewa Podlés de Baba la Turca, esta señora sorprende.


5. El retablo de Maese Pedro. Uf, qué coñazo. Espero que no me toque en abono. (Podéis insultarme y decirme que es una maravilla, venga).


6. Le rossignol y Oedipus rex. El típico díptico Stravinski con todo importado directamente de Rusia y en concierto. Veremos si me toca.


7. Faust-Bal, de Balada. El estreno nacional de turno. Io tremo.


8. Tolomeo, re d’Egitto. Totalmente desconocida para mí, en versión concierto y sólo una función, pero bienvenido todo lo que sea Händel.


9. Tannhäuser (Otra que ya hemos visto por aquí). Seiffert, Schnitzer, Braun. Bueno, sí me apetece, es un operón que me encanta.


10. Don Pasquale. ¿Por qué , por qué, por qué? Y otra vez. Ah, bueno, que es para el proyecto pedagógico y con jóvenes cantantes. No soporto al Donizetti cómico, ¿lo he dicho alguna vez?


11. Il ritorno d’Ulisse in patria. Qué bien... Monteverdi...


12. Szenen aus Goethes Faust. Concierto, Dos días sólo. A saber qué es.


13. La Damnation de Faust. Mierda, sólo tres funciones. A ver si con suerte me toca. Está la Borodina.


14. Rigoletto. ¿Otra vez? ¿Y otra vez en coproducción con el Liceo? Morbo por escuchar a Juan Diego Flórez como duque. Frontali será Rigoletto y Patrizia Ciofi Gilda.


15. Le nozze di Figaro. Muy bien, la tercera vez que se programa, qué originalidad. La condesa será la Frittoli. Isabel Rey (otra a la que le tienen muchas ganas los furibundos) volverá a ser la Susanna después de una década.


En fin, quince títulos, de los cuales de temporada de abono serán nueve y de esos nueve cinco ya se han programado. Po vale.

Me apetecen mucho el Ballo, el Rake’s, el Tannhäuser, y la Kat’a.
Veré con curiosidad el Rigoletto y el Triunfo.
Y no es que me motiven mucho Le Nozze, Il ritorno ni el Faust-Bal.
De las fuera de abono, Damnation y Tolomeo tienen buena pinta.

Aparte, el ciclo Grandes (y pequeñas) Voces, cine, ballet y más actividadesssss.

La Generala


La Generala, de Amadeo Vives.
Teatro de la Zarzuela.
Madrid, 13 de marzo de 2008

Vamos a ver, no sé por dónde empezar. La Generala no me parece una gran zarzuela. Es una opereta con una música muy agradable y un dúo bastante inspirado, pero al menos a mí no me llega demasiado. Y si a eso le unimos libreto y cantables extremadamente ridículos, esta zarzuela necesita que la adornen para que funcione como espectáculo.


Y eso es lo que ha hecho Emilio Sagi. Ha vestido La Generala y con elegancia y gran sentido del humor saca a flote una trama con un humor trasnochadísimo. También abusa de uno de sus grandes defectos: el meter montones de figurantes haciendo tonterías, pero salvo en la escena final tampoco molesta tanto.


No me gusta empezar a hablar de una función por la producción y los decorados, pero es que en ésta es una de las partes más importantes. El primer acto es elegante y sobrio, y el juego escénico lo mantienen el movimiento de sillas, personajes y unos toques de luz. El segundo acto parece más abigarrado, pero realmente el único elemento escénico es un tiovivo.


Mención especial para los figurines. Un vestuario espléndido y muy adecuado, aunque también hay que reconocer que los uniformes "fantasía británica" de coro y figurantes del segundo acto estaban muy pasados de rosca. Mucho.

Merece la pena pasarse por el bar del teatro, donde están las maquetas de la escena y hay muestras de todas las telas utilizadas. Y de la pedrería: arrasaron Pontejos.



El nivel musical ha estado descompensado. Loable es la labor de Carmen González como Generala por lo graciosa y esforzada, aunque muchas veces la orquesta la tapaba, y por ejemplo en la canción escocesa no se la oía nada.


Ismael Jordi tiene una voz preciosa, aparte de ser guapo y tener buena planta. No tuvo ninguna dificultad con el papel. Es la primera vez que lo oigo y me ha gustado mucho.



David Rubiera, al que he escuchado muchas veces como barítono secundario en producciones de ópera, tiene un papelín cuasi anecdótico en el que no puede brillar. Estoy esperando a ver cuándo le dan un papel más principal para apreciar y disfrutar mejor su vozarrón.


Itxaro Mentxaka no sólo ha cantado estupendamente (tampoco tiene mucho papel) sino que ha sido la que se ha llevado las mayores risas y aplausos por su divertida interpretación. Graciosísima y sin pasarse. Genial.


A Beatriz Díaz en cuanto la orquesta sube un poquito de decibelios no se la oye casi nada. Y cuando se la oye no se entiende lo que dice. Logra sonidos muy bonitos pero no me llega.


El resto en un nivel canoro correcto, los papeles no dan para más. No me ha gustado Enrique Viana, el tenor que hace los espectáculos cómicos en el Café del Real y en la Cubierta Fiesta del Liceo. Sin proyección. De hecho, hasta del público salió una voz diciendo "que no se oye" cuando hablaba.

La orquesta, demasiado ruidosa. Se tendría que haber adecuado más a las voces femeninas y no haberlas tapado tanto.



La función, globalmente, muy satisfactoria. Como decía mi tx, le da mil vueltas a cualquier musical importado de la Gran Vía en espectacularidad y además cantan sin micrófono.

Y que nadie me diga ahora que hay zarzuelas y óperas con con textos absurdos. No me vale. Lo de que el dúo de amor tenga como grandes frases "Para el buen cazador la escopeta, para el cojo de un pie la muleta" es de traca.



El primer vídeo es de esta producción y el segundo lo he encontrado en Youtube y es de la cantante cubana Rosita Fornés.

martes, marzo 11, 2008

GRANDES BOBAS de la ópera. Hoy: Gilda y Liù


Me gustaría que este texto no fuera acusado de misógino o machista, pero es que hay que reconocerlo: qué mal han sido tratados argumentalmente los personajes femeninos a lo largo de la historia de la ópera.

Enamoramientos facilones, muertes trágicas y absurdas, suicidios variados, enloquecimientos súbitos... ¡Nos ha jeringao con la pelotinitis, que decía mi abuelo Claudio!

Bien es cierto que muchas veces en la ópera lo de menos es el libreto, porque anda que no se mete la gente con el del Trovador o la Gioconda, pero... ¿y qué decir de La Sonámbula o Tristán e Isolda? Aquí no se salva nadie. No.

A lo que voy. Hay una serie de personajes femeninos que me exasperan particularmente, por lo BOBAS que son. No es culpa del libreto en general de la ópera, sino de las pocas luces del personaje, de las ganas de soltarle: niñaaaa, espabilaaaaaa.

Mi Top Ten de Bobas operísticas arranca con dos “suicidas” por amor de lo más absurdas: Gilda y Liù.

A Gilda la seducen, la engañan, la raptan, la violan, le ponen los cuernos en sus narices y encima se sacrifica por el malo de la peli. ¡¡¡PERO TÍA!!! ¿De qué vas?

Sólo se me ocurre imaginar que en realidad Gilda sufría los abusos sexuales de Rigoletto desde pequeña para explicar esa conducta tan estúpida. Mmmm, se lo comentaré a Bieito a ver si se le ocurre algo.


A este respecto, las dos Gildas que más se han acercado a la bobería del personaje son la Scotto y la Sutherland.

Renata Scotto tiene una grabación con Bastianini y Kraus en la que está sencillamente insoportable: de un ñoño, un cursi y un relamido que no hay quien la aguante. Es decir, ideal para el personaje. Ya vendría Kubelik después a ponerle las cosas en su sitio, pero esa grabación anterior es paradigma del boberío.

Joan Sutherland parece que está ida. Entre que su timbre tiene ese velo que le resta claridad y se pasa la ópera trina que te trina como si la cosa no fuera con ella, está talmente en las nubes. Completamente chiflada. En cualquiera de sus grabaciones.

En fin.



Y la Liù no se queda atrás, no. Además, lo suyo es aún más alucinógeno y rayano en la psicopatía.

Amos a ver: ¿Te enamoras de un príncipe porque un día te miró, cuidas de su padre ciego en el exilio, soportas una tortura por no decir su nombre y encima te mueres para que la mala malísima se lleve a tu amado y encima tenga ella el dúo final de la ópera con apoteosis coral incluida?

Ahora, anda que no hay Liùsas listas y no tan mosquitas muertas, que acaban llevándose ellas el gato al agua y el éxito de la función, eclipsando a la principessa malvada.


¿Prototipos de Liùs bobas? Mmmm.... ¿La Caballé, que se tira haciendo cosas preciosas con la voz como si la cosa no fuera con ella? ¿La Tebaldi -que no me gusta nada como Liù-, en plan matrona sacrificada “yo tengo muy claro que me voy a matar”? ¿La Gallardo-Domâs? No, esa no, que le da un toque desolador al personaje que te lo hace creíble.



No os creáis, que también hay personajes masculinos BOBOS DE SOLEMNIDAD, empezando por el absurdo ERNANI.

Pero eso ya será para otro día.

martes, marzo 04, 2008

Di Stefano


Hoy, por Giuseppe di Stefano.

Mira

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