Věc Makropulos - El Caso Makropulos, de Leoš Janáček
Teatro Real de Madrid.
22 de junio de 2008
Cuando se ha disfrutado una función tan impresionante como aquella del Liceo de Barcelona con Anja Silja, y en una ópera no tan frecuente como ésta, no cabe más remedio que la comparación.
Y, sorprendentemente, prueba superada para esta representación en el Teatro Real con coproducción de la Bastilla de París.
La producción es posiblemente lo mejorcito que hemos tenido este año, que ha sido desastre tras desastre. Y los cantantes muy a la altura.
¿Que no me tocó Angela Denoke? ¿Y qué? Anna-Katharina Behnke estuvo soberbia. Qué claridad y qué potencia la señora. Ningún complejo de "segundo reparto", vamos. Se lleva todo el protagonismo y eclipsa a los demás. Mención también para la orquesta dirigida por Paul Daniel.
La escenografía recrea un ambiente de cine: el preludio está acompañado por un inteligente montaje cinematográfico en el que se mezclan imágenes de grandes estrellas incomprendidas: Marilyn Monroe, King Kong y la Norma Desmond de Gloria Swanson en El Crepúsculo de los Dioses.
Aun siendo más que discutibles las escenas en cuartos de baño (¿pa qué? Además, lo de las teles encima de los urinarios me recordaba a la discoteca Metro de Barcelona y no pude evitar una risita), la escenografía es bastante espectacular y viste mucho la ópera. El final, con reminiscencias una vez más de Marilyn y William Holden en Sunset Boulevard, fue sobrecogedor.
Aviso a navegantes: dos horas seguidas, sin descanso, así que a llegar pronto, que si no no te dejan entrar; y despejadito, que se puede hacer un poco pesadita (tengo que averiguar quién es el ronquiditos Feber que se sienta cerca de mí).
El teatro registró muchos huecos, aprovechados por la señora de la derecha para trotar por encima de las rodillas de toda la fila y colocarse un poquito más centrada (es una mujer algo descentrada). Pero es que tres cuartos de hora después de que terminara la función empezaba el España-Italia, con la mitad del país de los nervios (doy fe).
Ah, la web del real por fin incluye fotos y el programa de las óperas en pdf. Ya iba siendo año.
¡Qué bueno que pudiste ver una buena producción!
ResponderEliminarYo ví a la Silja en el año 1999 0 2000 en la ópera de Hamburgo haciendo el mismo rol. Salvo en un momento, donde fue a un agudo excepcional en la parte- una señora hamburguesa a mi lado dijo "Uy, uy, uy"-, su interpretación fue impresionante y no me importó la fama de "voz destrozada" que tiene.
La escenografía fue muy ingeniosa, con una habitación, cuyos muebles se iban corriendo lentamente de derecha a izquierda porque estaban puestos sobre un piso que se movía. También, un piano de cola invertido colgaba del techo de la misma y al terminar la ópera soltaba partituras, que caían, como papel picado, sobre los protagonistas.
Me parece que me voy a comprar alguna vez una grabación.
Eleuterio, esa es la misma producción que se vio en el Liceo y que está en dvd. Creo que la vi en el 99. ¿Hace tanto ya? Jo.
ResponderEliminarPor cierto, que casi nadie se fijó en el reloj de arena gigantesco que había en un lateral y marcaba el paso del tiempo.
Tienes razón con lo del reloj de arena, pocos lo habían notado. Ahora que me acuerdo, en Hamburgo los técnicos de escenario lo volvían a llenar en el intervalo para que siguiera funcionando hasta el final.
ResponderEliminar¿Existe un DVD de esa puesta? Una de las mejores que he visto, por lo coherente.
Perdón por la pregunta: el King Kong se movía!??
ResponderEliminarMovía la mano, pptoni, y zarandeaba suavemente a la soprano.
ResponderEliminarSí, Eleu, está en DVD. Y, por cierto, peritoni, tú tienes que tener ese dvd porque te lo regalé hace un porrón de años (lo mismo hasta fue un vhs), en la portada está la Silja con el tocado de pavo real (uuuuh, numerá numerá, viva la numerasión)
Qué bueno. Mencanta. Por fin una puesta de escena! Y si encima la tipa lo bordó, pues para qué más?
ResponderEliminarDe acuerdo contigo,Mocho.Además,según veo,estuvimos en la misma función.La Behnke un puntazo;y tanto la producción como el resto del reparto un notable altísimo.Para la orquesta un sobresaliente,sin duda.Además,los artistas invitados -Marylin,la Swanson y mi amigo King-hicieron unos cameos de primera.Me gusta mucho a mí esta moda de ennovietar cine y ópera:tiene garra.Recemos para que no abusen y acabemos hartitos.En cuanto al tema urinarios,creo que algún freudiano debería instruirnos,porque hace menos de un mes asistí a una Ifigenia en Táúride en París con más lavabos que una tienda de Porcelanosa...pero es que en la misma ópera unos meses antes en Oviedo,aunque con otra producción, se trabajaban las intervenciones finales de Diana -dea ex machina ella- a golpe de bañera con patitas de león.Da para una tesis de Psicología,vamos.
ResponderEliminarEn fin,una gozada de tarde.
Pués tal como lo cuentas pinta bien y eso que a priori lo del mono....
ResponderEliminarA ver si se sueltan el pelo y nos editan el devedés