¡Ya estás pegando el grito!
¡¡¡Se dice Madama, se dice Madama!!!
Pues no.
Que de lo que voy a escribir es de Madam Butterfly, espectáculo en el Royal Albert Hall de Londres, representación de la Madama de Puccini EN INGLÉS.
Para esta producción el patio del coliseo se convierte en un jardín acuático con una casita en el centro de tal manera que pueda ser vista desde todos lados. El sonido es amplificado y los cantantes se van paseando por todo el perímetro, para que se les vea.
Al principio se hace muy raro y el oído tarda en acostumbrarse. Si a eso le añadimos lo raro que resulta escuchar la ópera en inglés la cosa se hace un poco durita, pero en cuanto ajustan el sonido y te vas haciendo el oído, ya se vuelve un poquito más natural.
Ni que decir tiene que la dirección escénica y los decorados son totalmente convencionales y sin transgresión alguna.
Básicamente lo mismo se podría decir del nivel de cantantes: ella supongo que sería Mihoko Kinoshita, según la web, porque no dan información alguna a no ser que compres el programa (y no, de eso ni hablar). A falta de apreciar proyección y emisión por el tema de los micrófonos, es una voz lírica correcta y capaz de llegar a las notas (nos escatimó el sobreagudo de la entrada, pero es tan peligroso que hay veces que es mejor que no lo den a que la primera impresión de Cio Cio San sea chunga). Eso sí, de profundización dramática en el personaje, cero. La chica cantó y punto. Da un poco igual que cantara en inglés, porque no se le entendía ni palabra (salvo los "yes" y tal, claro).
El tenor fue Philip O'Brien, de estos que tienen el timbre agudo y chilloncete que se te mete en el oído. Pelín impetuoso de más.
La Suzuki, imagino que Nina Yoshida Nelsen, se recreaba en la pronunciación y ofreció unos buenos graves.
A la Kate Pinkerton le dieron una frase más de lo habitual y el Sharpless (Louis Otey, siempre según la web) mantuvo el tipo, sin entusiasmar.
El coro se situó en los arcos encima de las gradas para el coro a boca cerrada y el amanecer, lo que dio una sensación envolvente bastante curiosa.
La orquesta, lenta y muy como de cassette de "Música Maravillosa Para Gente Maravillosa". Con decir que de lo mejor que les salió fue el dúo de las flores... El intermedio entre el segundo y tercer actos, deplorable.
Vamos, que era todo como muy aséptico. Todo sonaba al mismo volumen, con corrección, con una puesta de lo más clásica y unos cantantes aceptables. En definitiva, muy "de musical".
Es algo a lo que no se me habría ocurrido ir, pero entre que era relativamente barato, que no teníamos intención de ir a ninguna otra velada musical y que teníamos ganas de conocer el Royal Albert Hall por dentro, nos animamos y sacamos la entrada.
El público pues te lo puedes imaginar: gente "vestida para la ópera" (siento la pedantez pero había mucho exceso de mal gusto que atacaba a la vista, o es que yo no me he hecho todavía al estilo ramploncillo inglés) y en la zona en la que estábamos mucho colegio. Por supuesto que hablando, comentando, sacando fotos, grabando con el móvil, comiendo y bebiendo en la butaca, poniéndose de pie, saliendo y entrando de la sala... Uno sabe que va a un espectáculo, no a la ópera.
A ver, no estuvo mal, llamémoslo "turismo experiencial".
Giacomo Puccini
Madam Butterfly (Madama Butterfly, cantanda en inglés)
Royal Albert Hall, Londres.
Viernes 11 de marzo de 2011.
Qué paciencia la tuya.
ResponderEliminarCon lo de "muy de musical" creo que das en el clavo: hay un trabajo de parte de los organizadores para hacer creer a algún público que "eso" es "ir a la Ópera". Y que conste que no estoy en desacuerdo con las puestas tradicionales, pero si no se actúa bien y si lo musical no funciona para calentar a la platea (y no sólo en sentido sexual) me da mucho odio. Si yo hubiera ido yo me habría enojado bastante.
La escebografía es muy buena pero no basta para armar una "Buttefly" decente.
Si amas esta obra ¿no te enojó verla y escucharla así? Por no hablar del comportamiento del público tal como lo describes. Aquí se ha puesto muy de moda dar entradas gratis a la Liga de los Tuberculosos Crónicos; parece que van al teatro a toser hasta descojonarse.
¿Enojarme? No. Creo que es un espectáculo con unas características y una calidad acordes a lo que yo esperaba. No creo que engañe a nadie.
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