lunes, junio 08, 2009

Superflórez en Madrid



Recital de Juan Diego Flórez
Teatro Real de Madrid,
Domingo, 7 de junio de 2009
Vincenzo Scalera, piano.


Para compensar la cancelación en el Rigoletto madrileño (me falta una semana y pico para ir), Juan Diego Flórez ha ofrecido dos recitales en el Teatro Real de Madrid.

A Flórez le he visto dos veces en ópera (Rinuccio en Gianni Schicchi y Almaviva en Barbiere) y otras dos en recital (tres con éste) y me alegra decir que el recital del domingo ha sido la mejor actuación de todas.

Ni que decir tiene que el dominio de Flórez en el terreno rossiniano / belcantista es total: homogeneidad de voz en todo el registro, agudos potentes, agilidades, fraseo... y además en recital con piano y concha de madera protectora, sin problema de volumen en un escenario tan enorme como el Real.

Las dos partes del recital se estructuraron de similar manera: cada una comenzó y terminó con un aria espectacular y en medio unas piezas más descansadas para la voz (canciones rossinianas y romanzas de zarzuela).


Yo destacaría las piezas finales de ambas partes: Zelmira y Guillermo Tell, donde estuvo maravilloso. En la zarzuela me gustó menos, sólo consiguió llevar a su terreno la de Adiós Granada. El guitarrico lo siento pero no me gustó nada cómo lo fraseó y en la Doñafrancis le faltaba peso abajo.

Los bises fueron una fiesta. El público estaba entregado y enfervorecido, con sus dosis de griterío y despepite habitual, aunque sin llegar a las tonterías que le soltaron a la Bartoli (también éste era un recital formalmente más serio y sin tanto show-stopper). Y es que los bises no fueron bises, fue una tercera parte en toda regla.

Cinco, y menudos: El final del Cessa del Barbiere, la Furtiva lagrima, el Pour mon âme (lo odio, lo odio y lo odio), una canción de Tosti y el aria rara ésa que canta de la Lucrezia. Y si en Rossini impresiona, en Donizetti Flórez enamora del todo. Fantástico.

Nota para el pianista, que también estaba. Me gustó mucho cómo supo darle el tono juguetón a las partes rossinianas. Como acompañante, impecable.


No soy fan irredento de Juan Diego Flórez de los que se desgañitan en bravos, pero ante recitales como el de anoche hay que quitarse el sombrero. Y, después de escucharlo, comprendo perfectamente su inteligente decisión de no hacer el Duque del Rigoletto. Su voz aún es muy aguda y si se mete en papeles pesados le va a "pesar" por el otro extremo. Yo creo que a todos nos encantaría que empezar a abordar el repertorio lírico francés y los verdis, pero de momento hace bien.


Nota petarda: ¿Qué narices de flores eran las del ramo que le dieron? Totalmente galácticas.

8 comentarios:

  1. Yo tuve la suerte de asistir a los dos recitales. Ayer a última hora pude comprar una entrada de patio de butaca, ¡y bien sabe Dios que valio la pena!. Lo siento soy bisceral. ¡DIOS QUE MARAVILLA DE RECITALES NOS HA OFRECIDO ESTE SEÑOR EN CINCO DIAS!. Aún estoy en la nube de lo que sentí ayer, y para colmo el hombre es majo de verdad, y tengo foto y firma que con él. ¿Qué más puedo pedir?. (Qué venga pronto a Madrid a cantar ópera).
    La Fille del Liceo no me la pierdo por nada.
    ;).

    ResponderEliminar
  2. Pues como hace ilu aquí va...

    Desde ahora me vas a tener leyéndote, así que ya iré comentando vale?

    UN SALUDO

    ResponderEliminar
  3. Estoy que me como los muñones de impaciencia. El caso es que también le he visto dos veces en recital (la primera vez, maravilloso, la segunda regular, más por problemas de acústica), pero leo tanta bondad en lo que contáis que he sucumbido a vuestra publicidad. Te enlazo esta entrada, por cierto.

    ResponderEliminar
  4. Saludos, Erik.

    Yo no soy fan irredento de Flórez. De hecho, su recital con Daniella Barcellona no me gustó, pero en éste del domingo, sólo con piano, y con un repertorio que le viene como anillo al dedo, fantástico.

    ResponderEliminar
  5. Le envidio a Flórez la técnica y me alegro que haga carrera.
    Sin embargo - juzgándolo sólo en grabaciones o DVD´s- siempre me dá gusto a poco lo interpretativo, los distintos estados de ánimo del rol, lo expresivo. Es perfecto pero siento que le falta algo para mi gusto y no estoy seguro de saber qué es.

    ResponderEliminar
  6. Ambos fueron maravillosos, pero el del Domingo si cabe más. Estratosférico. Una noche de las que no se olvidan, y un tenor como la copa de un pino.

    Vuelve pronto, Juandi!!!

    ResponderEliminar
  7. Voy a verle a Valladolid... Por cierto ardo en deseos de leer tu crónica de Rigoletto, la vi el jueves pasado.

    A mi el primer acto me dejo muy fría, no se si el problema es Verdi (que en ocasiones me carga, que le voy a hacer) o el planteamiento escénico. Esas vueltecitas que hace el coro... por lo visto es un baile típico que hacían para liberar tensión... en cualquier caso, me quede muy fría.

    Después la cosa se fue poniendo más interesante y me convenció finalmente. Seré público fácil.

    Saludos

    ResponderEliminar
  8. Pues yo tengo el gafe con él. Tres veces he intentado verlo y tres veces he fallado estrepitosamente. Otra vez será. Sana envidia.

    Por cierto, muy interesante el blog. Enhorabuena.

    ResponderEliminar

Mira

Blog Widget by LinkWithin