martes, diciembre 01, 2020

Operación "Die Csárdásfürstin". Que el fin del mundo nos pille bailando


 Hoy voy a hablar de la opereta Die Csárdásfürstin, de Imre Kálmán.

Es una obra que ni por asomo se me hubiera ocurrido escuchar, primero porque desconocía por completo al compositor, segundo porque a mí la opereta, quitando La Viuda Alegre... como que no, y finalmente por el nombre tan complicado, ¿de qué iría? Prejuicios absurdos, evidentemente.

Pero me surgió un reto con mi amigo Eleuterio Amoedo, tenor en tierras bárbaras: Le recomendé que viera el vídeo de la zarzuela "La del manojo de rosas" que se ha emitido este mes pasado desde el Teatro de la Zarzuela de Madrid. A cambio, yo tenía que escuchar la opereta "Die Csárdásfürstin". Y lo hice.

Pensé que lo mejor sería primero hacer una escucha de audio sin saber ni el argumento ni nada de las circunstancias o la historia de dicha opereta o su compositor. Y así lo hice. Busqué en Spotify y encontré una grabación de 2002 dirigida por Richard Bonynge e interpretada por Yvonne Kenny. 

 


Bonynge siempre es un punto de garantía de calidad, pensé. Y a la Kenny le tengo un cariño tremendo después de ver su desopilante Cleopatra del Giulio Cesare in Egitto de Händel que emitió Canal Clásico de TVE a finales de los 90 (está en dvd, si puedes, hazte con esta ópera).
 
Móvil cargado con la playlist de Spotify y viajecito corto en coche que me venía ideal: el tiempo previsto justo para escuchar la opereta.
 
Oye, y me gustó, qué narices. Una sucesión de valses, polkas, danzas húngaras, marchas... todo muy pegadizo y con unas melodías que corren como la seda. El sonido además de la grabación es muy luminoso e Yvonne Kenny está estupenda. Tranquilamente se pueden sacar media docena de hits, si no más. Muy buena.

Pero claro, ahora tocaba enterarme de qué era lo que estaba escuchando. A buscar una versión en vídeo, con subtítulos.

Y encontré esta, una película de 1971 de DG/Unitel con Anna Moffo y René Kollo. Tenía pinta de ser muy clásica.
 
 
El problema eran los subtítulos, por más que busqué sólo encontré unos en Opensubtitles en ruso.
Pero ah, maravillas de la técnica. Descargué los subtítulos en ruso, los metí en la web de traducción de subtítulos https://www.syedgakbar.com/projects/dst y voilá, subtítulos en español traducidos macarrónicamente pero que pegados al vídeo se pueden ver perfectamente en VLC.

Bueno, bueno, bueno, cómo es la película de la Moffo. De un kitsch despatarrante. Y encima ella misma y su voz siempre fueron de lo más cursi del mundo. Te puedes imaginar. Los decorados... ¡los estilismos! Por favor si me dieron ganas de hacer gifs animados de cada modelito que sacaba la señora. Y lo hice (clic).


La Moffo canta, baila y se pasea divina entre flores, plumas y sedas color pastel. René Kollo está tan soso como lo es su papel, o sea bien. Y se debió enfadar mucho de no salir en la portada oficial del vídeo, porque en otra edición sale él con "la otra", la rubia.



Por lo menos ya me pude enterar del argumento completo. Es una comedia entretenida con un puntito de enredo y algo tan típico de las operetas y zarzuelas como es el conflicto sentimental entre dos parejas, la seria protagonista y la cómica secundaria. No ha envejecido mal.

Argumento más o menos: El príncipe Edwin está enamorado de la cantante de cabaret Sylva Varescu, pero su amor nunca será aceptado por su noble familia. Él le promete matrimonio pero ella se cree burlada al enterarse del anuncio de la boda de Edwin con su prima y huye. En la fiesta de compromiso de los futuros príncipes Sylva reaparece como supuesta esposa de Boni, un íntimo amigo de Edwin. Él cree que al ser Sylva ahora condesa su familia no podrá oponerse a la boda si ella se divorcia de Boni, y rompe su compromiso con su prima Stasi. Sylva vuelve a sentirse ultrajada al ver que Edwin se avergüenza de ella, porque no es condesa, sino "la princesa de las csárdás", y vuelve a huir. Boni y Stasi sienten atracción mutua. En el último acto se descubre el origen no tan noble de un miembro de la familia, que ya no puede oponerse al matrimonio con Sylva. Las dos parejitas, Sylva/Edwin y Boni/Stasi, son felices y comen perdices.

Siguiente fase: ver una representación en teatro.
Vuelta al Youtube de mis entretelas y la primera (y única) que encuentro con subtítulos en inglés está cantada en húngaro, en vez de en alemán. Bueno, Imre Kálmán era húngaro (del imperio austroídem) y las melodías populares que hay en la opereta son muy húngaras, le daré una oportunidad y si me aburro o me saturo, la quito.



Pues esta Csardaskyrálinö resulta ser una representación totalmente ortodoxa, de las de "como debe ser". Competentemente interpretada por un elenco brillante, con decorados y trajes de época  y siguiendo de pe a pa la dramaturgia. Se incluyen además un par de números musicales extra para lucimiento de la que hace de mamá de Edwin. Es una versión muy clásica, muy recomendable y muy divertida.


Y ya estaba yo listo para la cuarta fase, para la que me había estado preparando tan concienzudamente y para la que había sido comisionado por mi amigo el tenor en tierras alemanas: ver la versión en cine de 1951 protagonizada por la única, tremenda e inigualable Marika Rökk.
 
 
Marika Rökk fue una actriz cantante y bailarina de origen húngaro muy popular en Alemania en las décadas de los años 30-40-50.
 
 
Ante una foto así yo me imaginaba una señora elegante tipo Marlene Dietrich o fina estilo Ginger Rogers. Pues no, la Rökk de fina y elegante no tenía nada. Con una voz muy aguda y unos bailes entre cómicos y acrobáticos, podríamos decir que es como un híbrido de Deanna Durbin, Lucille Ball y Pinito del Oro.



Porque Marika, querida, una señora NO HACE ESTO:
 


En fin. Su película "Die Csárdásfürstin" es una adaptación libre de la opereta. El argumento general es muy vagamente el mismo pero trasladado a tiempos contemporáneos, con localizaciones que no vienen a cuento en Sicilia, Roma y... no recuerdo si Londres o París. Es una birria, no vale un pimiento.

Sin embargo, hay un momento absolutamente GLORIOSO que merece ser rescatado:



Y no me pregunte spor qué no tiene sonido, porque no lo sé.
 
A pesar de la insistencia del amigo tenor en que indague en la carrera de la Srta Rökk, me parece que lo lleva claro. Una vez vista (y olvidada al instante) su atrocidad de película, di por concluida la operación Csárdásfürstin.


Sin embargo estos tiempos de Covidpandemia me reservaban una ulterior sorpresa: con esto de los teatros de ópera cerrados y las retransmisiones en streaming, resulta que la Opernhaus de Zürich (Zurigo para puristas y atapuérquicas) iba a poner disponible esta opereta en su página web durante el último fin de semana de noviembre.

Y nada menos que con una puesta en escena totalmente rompedora y ajena a la tradición: la obra tiene lugar en un yate en el que unos millonarios pasan sus vacaciones. Edwin, aquí casado con una aburrida-de-la-vida Stasi, se enchocha de Sylva, la camarera y animadora del yate, y Boni es un viva la vida. Tras un incidente, su manera de ver la vida y el mundo cambiará.



Oye, pues la cosa funciona, porque a pesar de un final excesivamente disparatado, sigue dentro de lo que cabe las líneas generales del argumento original, se presta a una reflexión moral, social y medioambiental. Y es que, como dice la letra de una de las canciones, bailemos aunque quién sabe cuánto tiempo seguirá girando este triste y viejo mundo.
 

 
Porque Die Csárdásfürstin se compuso justo cuando estalló la Primera Guerra Mundial, en un momento en el que el mundo tal como se conocía se estaba desmoronando, con el imperio austrohúngaro a punto de estallar en mil pedazos. Se estrenó en Viena en 1915. Todo ello es perfectamente extrapolable a una situación de un siglo más tarde, con una pandemia dándole la vuelta a todo lo que conocemos, pero... 

que el fin del mundo nos pille bailando.
 
(Y a mi amigo el tenor, viendo zarzuela)



 
ACTUALIZACIÓN:
 
¿Creía yo que con esto iba a terminar la Operación Csárdásfürstin?
¡JA!
Gracias a los miles de blogs de zarzuela que hay en el mundo he descubierto que esta opereta se tradujo al español, se interpretó en España y... ¡hubo hasta grabación discográfica!
Redescubierta al mundo mundial gracias a los cd de la serie BlueMoon.
 
 
Señoras, señores, señoras, con todos ustedes una grabación del año 1921, a punto de cumplir un siglo: La Princesa De La Czarda:
 
 

2 comentarios:

  1. La de Kenny es mi versión para estudiar. Preciosa.

    Muy buen aspecto la producción de Zürich.

    La película de la Moffo debo verla atiborrado de licor de melón (you know...).

    La próxima es "Gräfin Maritza" de Kalman o "El primo de Dingsda" de Künneke.

    A ver qué me toca a mi en zarzuela.

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  2. PS: Lo del helicóptero no tiene gollete.

    Hay que bsucar ese Händel.

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Mira

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