Como cierre de la atípica temporada 2011-2012, el Teatro Real nos ha presentado Ainadamar de Osvaldo Golijov, en versión nueva, modificada para estas funciones.
Ainadamar es una ópera amable, de fácil escucha, aderezada con ritmos andaluces y cubanos. Y tonal, lo que en la música contemporánea parece ser anatema.
El argumento trata de la relación de Margarita Xirgu con Federico García Lorca en tres momentos: cuando se conocieron, cuando mataron a Lorca y en la muerte de la actriz.
No es la quintaesencia de las maravillas, pero se deja escuchar. El omnipresente coro femenino, en plan coro griego, consigue crear un clima que ayuda a crear clima dentro de la brevedad del argumento. Musicalmente me gustaron la canción que repite el coro (¿es una melodía popular andaluza? porque lo parece) y la muerte de Xirgu. Luego está el momento de la muerte de Lorca, muy efectista, con cantaor flamenco a todo volumen y zapateado incluidos.
El decorado es una especie de "Guernica de Picasso meets iconografía mexicana", muy vistoso. No son necesarios elementos de atrezzo, con el movimiento de cantantes, coro y bailarín (marco Berriel) es más que suficiente. Un escenario sencillo con buena utilización de la luz. Para mí y para esta ópera, de sobra.
Para esta nueva versión se han añadido poemas de Lorca recitados. por una parte bien, porque te mete de lleno en el evocador e inconfundible lenguaje lorquiano. Pero por otro lado, aunque se hayan integrado bien con la música, alargan un argumento de por sí bastante esquemático. La tercera parte, por ejemplo, se acaba haciendo larga.
Los poemas los recitaba Nuria Espert en el papel desdoblado de Margarita Xirgu. Y ya sabemos cómo son las grandes damas de la escena: tienen que estar demostrándolo a cada momento. Bien, implicada, pero recitando poesía me resulta algo artificiosa. Y más si suena por toda la sala gracias a los altavoces.
Y es que no puedo con la amplificación. Podrían haberla reservado para la Espert y sus poemas pero no, también la música y los cantantes iban con micrófono. y ahí se rompe toda la sensación espacial de un teatro, porque suena todo plano, como si escucharas un cd.
Las voces de las tres protagonistas: Jessica Rivera, Nuria Rial y Kelley O'Connor, tenían bellos timbres, sí, pero no las pude disfrutar a gusto por culpa de la amplificación. El cantaor, Jesús Montoya, sonaba también a todo trapo desde uno de los palcos de proscenio. En breves papeles, más que correctos Ángel Rodríguez, David Rubiera y Miguel Ángel Zapater.
Alrededor de media entrada en el teatro (y porque los abonados vamos sí o sí, ya sabes), y aplausos de cortesía al final. El teatro estaba poniendo entradas al 50%. Si hubieran estado más baratas desde el principio (como ocurrió con la petarda de la Abramovic, que llenó) habría habido un lleno más notable. Revisión de política precios YA.
Aspecto de la cafetería del Real
minutos antes de que empezara la ópera
En definitiva, agradable final de temporada con una ópera amable que no es ninguna maravilla pero que tampoco queda en el olvido después de verla.
Sufi.
Ainadamar, de Osvaldo Golijov
Teatro Real de Madrid.
Miércoles, 11 de julio de 2012
Jessica Rivera, Kelley O'Connor, Nuria Rial, Jesús Montoya, Miguel Ángel Zapater, David Rubiera, Ángel Rodríguez, Marco Berriel, Adela López, Cristina Alcaide, Nuria Espert. Coro Intermezzo.
Alejo Pérez, Peter Sellars.
Me pregunto por el por qué de darle micrófonos a los cantantes profesionales. Se podría haber amplificado a la Espert y al cantaor sin perjuicio para los de voces operísticas; todo se puede regular desde la consola.
ResponderEliminarLos de Tréveris tienen un dicho: "Lo que el campesino no conoce no lo come". En fin...
Creo que ya se hizo en Buenos Aires o en el Teatro Argentino de La Plata.
Ay, esa misma pregunta me hice yo. La melodía del "ay que día más triste en graná" me resultaba familiar, como muy propia y siendo granadino... o Golijov ha buscado algo popular (que yo no he podido localizar) o ha hecho magníficamente eso de Falla de inventarse un falso folklore que pasa por auténtico.
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