lunes, marzo 07, 2016

Das Liebesverbot (la prohibición de amar)

 
Cuando una ópera está olvidada... en el 90% de los casos es con razón. Das Liebesverbot, la prohibición de amar, ópera de juventud de Wagner, es una obra pesadita y no muy inspirada, que queda totalmente al margen de la obra de madurez de su autor y que, si hubiera sido compuesta por otro, probablemente también estaría olvidada o, como mucho, reducida al repertorio de obras menores.

A ver, es una rareza, y me parece bien que la hayan programado en el Teatro Real. No está de más conocerla, aunque probablemente después de estas funciones no la vuelva a escuchar nunca más.


La música, influida por el belcanto y la ópera romántica francesa y alemana, tiene tres momentos inspirados: un dúo entre sopranos, el dúó soprano / barítono y la escena del carnaval. Estos dos momentos son los temas que aparecen en la obertura, que está bastante bien y apuntaba más de lo que luego es la ópera. El resto de la música es para cubrir expediente. No es que sea horripilante pero ni se queda en la memoria ni sobresale por nada en particular. Aparte, Wagner ya iba apuntando maneras de desmesura: el primer acto se hace eterno.


La Prohibición de Amar me parece hasta atractiva para quien tenga curiosidad de conocerla. Ahora, para mí, trascendencia cero.

El Teatro Real, en coproducción con Royal Opera House y Teatro Colón, ha rescatado esta ópera en una producción vistosa, dinámica y entretenida.


Un decorado forma arquitectónica tipo Escher (estancias, arcos y escaleras) complementado con una cinta deslizante y cuatro elementos más forman perfectamente los entornos de cada escena. La obra está "modernizada" (teléfonos móviles, neones) pero sin alterar el argumento (basado en Shakespeare, tela). El humor no es que sea el colmo del refinamiento pero, reconozcámoslo, la obra no da mucho más de sí. Creo que se le ha sacado mucho partido escénicamente, aparte de tener algunos detalles muy acertados.

En el terreno musical...
Orquesta correcta. No muy sutil, pero la partitura tampoco es que lo sea. 
Muy bien Christopher Maltman como el malvado gobernador, a pesar de que en el segundo acto avisaran de que tenía una afección vocal que se notó.
Aseadita Manuela Uhl como Isabella, la protagonista. Canta bonito, pero las exigencias del rol la superaban.
Bien Maria Miró como Mariana, segunda soprano. Bastante brillante.
Y estupendo Ante Jerkunica como el segundo malo, Brighella.
Pero a partir de ahí... ay. Los dos tenores protagonistas... ¿de dónde los sacaron? Muy buena planta y atractivos sí, pero... ¿y esa voz que salía del cogote? Si no se les oía nada.
Igual que a la que hacía de Dorella.
Y es una pena, porque si estas tres voces hubieran estado más a nivel la sensación global de la ópera habría sido satisfactoria, y no la estampida general y el "qué bodriete" generalizado que se oía cuando terminó la obra.


Rara, curiosa, seguro que oiremos hablar más de ella porque raro será que no hagan alguna grabación de las funciones del Covent Garden. Pero nada más. Para hacer una muesquita más de "óperas a las que he asistido".

Recomiendo la lectura del artículo del programa de mano, es muy interesante.Así como la obertura, para hacerse una idea de cómo es la música y lo poco "wagneriana" que suena.


Richard Wagner
Das Liebesverbot
Manuela Uhl, Ilker Arcayürek, Christopher Maltman, Peter Lodahl, Maria Miró, Ante Jerkunica, María Hinojosa, Francisco Vas, David Alegret, David Jerusalem, Isaac Galán.
Ivor Bolton, Kasper Holten.
Teatro Real, Madrid.
Jueves, 3 de marzo de 2016












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