Recital de Joyce DiDonato en Madrid
Teatro Real, 3 de diciembre de 2008.
PARTE I
Georg Friedrich Händel:
- Teseo:
- “Dolce riposo"
- "Ira, sdegni, e furore... O stringerò nel sen"
- "Morirò, ma vendicata"
- Imeneo:
- Obertura
- "Sorge nell'alma mia"
- Il pastor fido: Chacona
- Serse: “Crude furie”
PARTE II
- Ariodante: “Scherza infida”
- Rodrigo: Pasacalle en Si mayor para violín, 2 oboes y fagotes
- Hércules:
- Obertura
- “Cease, Ruler of the Day, to Rise”
- "Where Shall I Fly"
- Serse: “Ombra mai fu”
- Ariodante: "Doppo notte"
LES TALENS LYRIQUES. Christophe Rousset.
La verdad, da gusto cuando una voz de enjundia te presenta un programa de Händel, acostumbrados como estamos a mezzos soporíferas que te sueltan un runrún de coloratura a media voz que acaban durmiendo al personal.
Joyce DiDonato tiene ese tipo de voz que llena un teatro como el Real y tiene mérito porque el miércoles el recinto era totalmente inhóspito.
El principio del recital no es que fuera frío, es que fue gélido.
Lo primero, la buena mujer se debió deprimir de lo lindo nada más ver los palcos de los dos primeros pisos vacíos. Y la parte central del tercero, encima del palco real, también. Como para animarse.
Además, el inicio del concierto, con un aria que acaba de golpe y no te enteras, descolocó al público. Aparte de que es totalmente normal y habitual que los cantantes en el inicio de los recitales tarden un poco en calentar la voz, la recepción de las tres primeras arias fue muy tibia.
Al final de la primera parte, la Joyce dijo algo así como "que mis amigas las furias bajen a mí" y luego se marcó un aria de bravura. Bien, tanto artista como público ya se habían calentado.
Siguiendo estrictamente las indicaciones de la mezzo, parte del personal bajó a las butacas libres de los pisos bajos. Una amable acomodadora nos dijo que sin problema y los del tercer piso nos corrimos a las butacas centrales. Pero luego vino la jefa, antipática como ella sola, y ante el requerimiento de volver a nuestros sitios, alguien le dijo que la misma cantante nos había indicado que podíamos movernos. Puso cara de ajo porro y se largó.
Por cierto, que las butacas centrales de la segunda fila del tercer piso (arf arf) no se pudieron usar porque... ESTÁN CANDADAS. Tela.
La segunda parte del recital empezó estupendamente. Mei de GTL Torn T, grandísima fan y especialista en doña Joyce, dice que no estuvo al 100% y que ha tenido noches mejores. Vale. Yo me conformo de sobras con esa gran escena de Ariodante, que marcó el punto de subida del concierto y acabó brillantemente con las dos arias de Hécules.
No tenía pinta de haber muchos bises, así que hice mi "llamada perdida de quedan 15 minutos para que termine, te espero en San Quintín".
Y en efecto, no. Pero el primero, el Ombra mai fu, fue ESPECTACULAR. Y mira que la cancioncita está requetemegatrillada y se presta a ser el bis de regalo insulso. Pues no. Le dio intensidad, expresividad, profundidad, todos los "dad" que quieras ponerle. Fantástica.
Para terminar, más Ariodante. Muy bien. Y ya el público, por fin, entregado.
Los palcos impares, los de los patrocinadores e invitados, vacíííííos.
Les Talens Lyriques bajo la batuta de Rousset, IMPECABLES.
Pues mira, sí, da gusto escuchar un concierto händeliano donde no te cantan las de siempre, y aunque se hubiera disfrutado más en un teatro más pequeño con mayor cercanía al público, estuvo la mar de bien.
Además, desde que me he enterado de que la diDonato se casó con el corpiño que lució el miércoles (un poco de "chica alegre del Far West") en Las Vegas y fue en góndola (imagino que en el Venetian, que es el colmo de lo kitsch), ya soy FAN ASSOLUTO.
La foto se la robo con todo el descaro del mundo a Mei:
Joyce DiDonato tiene ese tipo de voz que llena un teatro como el Real y tiene mérito porque el miércoles el recinto era totalmente inhóspito.
El principio del recital no es que fuera frío, es que fue gélido.
Lo primero, la buena mujer se debió deprimir de lo lindo nada más ver los palcos de los dos primeros pisos vacíos. Y la parte central del tercero, encima del palco real, también. Como para animarse.
Además, el inicio del concierto, con un aria que acaba de golpe y no te enteras, descolocó al público. Aparte de que es totalmente normal y habitual que los cantantes en el inicio de los recitales tarden un poco en calentar la voz, la recepción de las tres primeras arias fue muy tibia.
Al final de la primera parte, la Joyce dijo algo así como "que mis amigas las furias bajen a mí" y luego se marcó un aria de bravura. Bien, tanto artista como público ya se habían calentado.
Siguiendo estrictamente las indicaciones de la mezzo, parte del personal bajó a las butacas libres de los pisos bajos. Una amable acomodadora nos dijo que sin problema y los del tercer piso nos corrimos a las butacas centrales. Pero luego vino la jefa, antipática como ella sola, y ante el requerimiento de volver a nuestros sitios, alguien le dijo que la misma cantante nos había indicado que podíamos movernos. Puso cara de ajo porro y se largó.
Por cierto, que las butacas centrales de la segunda fila del tercer piso (arf arf) no se pudieron usar porque... ESTÁN CANDADAS. Tela.
La segunda parte del recital empezó estupendamente. Mei de GTL Torn T, grandísima fan y especialista en doña Joyce, dice que no estuvo al 100% y que ha tenido noches mejores. Vale. Yo me conformo de sobras con esa gran escena de Ariodante, que marcó el punto de subida del concierto y acabó brillantemente con las dos arias de Hécules.
No tenía pinta de haber muchos bises, así que hice mi "llamada perdida de quedan 15 minutos para que termine, te espero en San Quintín".
Y en efecto, no. Pero el primero, el Ombra mai fu, fue ESPECTACULAR. Y mira que la cancioncita está requetemegatrillada y se presta a ser el bis de regalo insulso. Pues no. Le dio intensidad, expresividad, profundidad, todos los "dad" que quieras ponerle. Fantástica.
Para terminar, más Ariodante. Muy bien. Y ya el público, por fin, entregado.
Los palcos impares, los de los patrocinadores e invitados, vacíííííos.
Les Talens Lyriques bajo la batuta de Rousset, IMPECABLES.
Pues mira, sí, da gusto escuchar un concierto händeliano donde no te cantan las de siempre, y aunque se hubiera disfrutado más en un teatro más pequeño con mayor cercanía al público, estuvo la mar de bien.
Además, desde que me he enterado de que la diDonato se casó con el corpiño que lució el miércoles (un poco de "chica alegre del Far West") en Las Vegas y fue en góndola (imagino que en el Venetian, que es el colmo de lo kitsch), ya soy FAN ASSOLUTO.
La foto se la robo con todo el descaro del mundo a Mei:
Y no me digas que no se parece a:
Compenetrados y cronometrados, al salir del teatro acababa de llegar mi tx a San Quintín. SI ES QUE ES UN AMORRRRRRRRRRRRRRR.
Blog de Joyce.
Comentarios de Mei.
La verdad es que yo desde mi butaca de patio ni me di cuenta del vacío de las butacas de los patrocinadores... Imperdonable!
ResponderEliminarLos que no fueron no saben lo que se han perdido... aunque no estuviera al 100% la cosa no estuvo mal...
PS: En el TR son un poco quisquillosos también me echaron bronca por hacer fotos sin flash, cuando ya estaba guardando la cámara... No molestaba a nadie y era el final del concierto...!
Era sangrante, Mei, además de que es la parte que se queda iluminada durante los recitales.
ResponderEliminaryo tambien hice la del pulpo y me pase de mis butacas de 10 euritos a unas mucho mejores. La cosa es que cuando fui a comprar las entradas no habia muchas disponibles y hace ya bastante... no me explico yo tanto hueco.
ResponderEliminar100% de acuerdo con lo increible del "ombra mai fu". Es mas, me he puesto a buscar grabaciones y oye, que no encuentro ninguna mejor que la que nos brindo la Joyce!
¡Que suerte!.
ResponderEliminarLas ganassssss que tengo de verla...
ResponderEliminarA mi el recital no me gustó especialmente. Ya le había escuchado en un recital de canciones en el teatro de la Zarzuela y me causó mejor impresión, además cantó cosas de Falla, Granados y Montsalvatge con una muy buena pronunciación del español.
ResponderEliminarEs verdad que la recepción fue muy fría por parte del público, pero yo le encontré un poco monótona y sólo en la segunda parte estuvo más intensa, pero sin ese furore que prometía el disco.
Además la veo un poco justa en los graves.
En este repertorio prefiero cantantes como la Stutzmann o la Bartoli que se meten mucho más en faena.
Se supone que Radio Clasica lo emitió en directo. Alguien sabe donde está esa grabación?
ResponderEliminarQue rabia. Me encanta la Joyce, pero estaba de viaje y me la perdí. La vi en abril en Nueva York, en el Rose Theatre, con un programa de Rossini, Aaron Copland y Granados. Suena raro, pero encajaba a la perfección.
ResponderEliminarUna pregunta sin insidia porque no conozco los gustos del público melómano de Madrid:
ResponderEliminar¿será que el tipo de repertorio que propuso no fue lo suficientemente "popular" - léase "remanido"- y entonces por eso hubo tanto asiento vacío?
Los empleados de la boletería tienen órdenes de reservar los asientos de los que tienen abono, vengan a la función o falten a ella; no pueden poner esas localidades en venta libre así no más...